Sólo las agállidas permanecen cronopias entre los cornucópicos del tiempo…
CRONOPIA-MENTE:
Una Fama destella aguda y estrambótica, yuxtapone y axohola la exuberante barba al mismo tiempo recién Cortázar.
¿Encontraría la magia, desde La Otra Orilla, en la Continuidad de los Parques?
Cierta mente cronopia -sonríe la Casa recién Tomada por los astronautas sinápticos de la cosmopista en hipotálamus.
Donde el juego comienza de la narración extraordinaria, o las infinitesimales lecturas Tan Violentamente Dulces entre las Rayuelas, de ese Libro de Manuel, reivindicado por Un Tal Lucas…
Ahora que se cumplen todos los cronopios con la ineluctable puntualidad de los poems, y las agállidas suben por las manos y las mentes para sembrarse de voces en las cállides afirmando la nueva aurora.
Cuando todavía Alguien Anda Por Ahí, regalando Armas Secretas; retronovelando, La Noche de Mantequilla contra los vampiros multinacionales…
Papel Inesperado (con un Modelo para Armar el Octaedro), de un reloj autodidacta para el Bestiario del mundo.
N. del T.
(Texto incluido en la Antología Homenaje a Cortázar, de editorial Artgerust España. Realizado sólo con títulos de sus obras).